La edad media y el renacimiento, retoma la actividad actoral usando el
traje de diario, aunque representaran a personajes épicos o antiguos.
Así, para la tragedia, el vestuario era suntuoso y para la comedia, era sencillo.
Es a mediados del 1600 en que el vestuario teatral se aleja de lo
convencional y crea trajes especiales –incluyendo máscaras- para los
personajes que aparecen: El capitán, El doctor, Pantalón, Pulchinela,
Arlequín, Colombina, etc.
ACTORES MEDIEVALES |
Posteriormente, se estanca un poco la creatividad y más bien se busca
adicionar al traje común algún adorno extravagante. Así, los personajes
de alcurnia usaban grandes sombreros con plumas de avestruz, los
emperadores y reyes una corona y capas ostentosas, los turcos un
turbante y grandes mantos, etc.
REPRESENTACION DE 1645 |
Es a mediados del siglo XVIII cuando se empiezan a confeccionar trajes
siguiendo los patrones de cada época en la cual se ambientaba la obra.
Lekain, Talma y Mademoiselle Clairon, aparecen con trajes que trataban
de reflejar lo mejor posible los vestidos originales.
En “Electra”, la Clairon, aparece como una esclava cubierta simplemente
con una túnica raída, los hombros desnudos, y encadenada, dejando de
lado los corsés y enaguas.
Empero, la crítica no fue muy favorable a esa “innovación” y muchos regresaron al traje de diario.
En 1789, Joseph Talma representa a Próculo en la obra “Bruto” de
Voltaire, vestido a la usanza romana con los brazos y piernas
descubiertas. Al público le gustó la actuación, y desde ese momento,
otros actores adoptaron el uso del vestuario “original”.
LEKAIN INTERPRETANDO A AQUILES |
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